viernes, 6 de septiembre de 2013

A la mujer no se la "conquista".








El amor es un tema recurrente, tanto en la vida como en la psicología y soy fiel creyente de que no todas las respuestas a las preguntas de la vida se encuentran siempre en la psicología, sobre todo cuando se habla de algo tan universal como lo es el amor, y a veces las respuestas se encuentran en otros lugares.

Después de todo, la psicología nace de la filosofía y para mi uno de los filósofos modernos más admirados es Alejandro Dolina, escritor, músico, conductor de radio y de televisión y actor argentino, quien realizó estudios de Derecho, Música, Letras e Historia.

A raíz de una serie de pensamientos acerca de este tema del amor que han estado rondando en mi cabeza últimamente, decidí buscar el canal más adecuado para canalizarlos y la serendipia me llevó a reencontrarme con fragmentos de entrevistas, diálogos y disertaciones varias de Alejandro Dolina al respecto, muchas de las cuales resonaron en mi significativamente, pues comparto en gran parte la esencia de muchos de sus pensamientos sobre este asunto.

Hay mucho material por cubrir y seguramente este será el primero de muchos posts sobre el amor, las mujeres y la perspectiva de Alejandro Dolina al respecto, y aclaro que la línea de los mismos es más filosófica que psicológica, así que si son amantes de la psicología pura ya están avisados, y si son amantes del amor, las mujeres y la filosofía, también (y si son amantes de la filosofía pura, pueden aplicar el mismo aviso que hiciera respecto a la psicología pura).

Siempre trato de tocar los temas desde una perspectiva unisex (porque la página no está pensada para ser leída por "hombres o mujeres", sino por "hombres y mujeres"), pero como esta serie de posts sobre el amor y las mujeres es menos psicológica y mas filosófica y personal, me tomo la libertad de darle un espíritu y perspectiva más cercana a mi experiencia subjetiva como hombre, ¿vale?

De mujeres “cazadas” y “conquistadas”…

Supongo que el proceso (o arte) de “conocer a la otra persona y permitirse el ser conocido por la otra persona” o “cortejo” (sinceramente la palabra me suena a siglo XIX) es bastante subjetivo, sobre todo cuando algunas personas lo equivalen a una “cacería” o “conquista”. Así tenemos (en líneas muy generales que no implican que no se den los casos inversos, ¿vale?) hombres “cazadores” y mujeres “cazadas” y hombres “conquistadores” y mujeres “conquistadas”.

En lo personal no me cierra el concepto. En todo caso, un hombre te “cazará” si te consideras “presa a ser cazada” y/o te “conquistará” si te consideras “territorio a ser conquistado”.

“¿Cómo se conquista a una mujer?”

Me encantó revisar unas viejas entrevistas de Alejandro Dolina y descubrir que su punto de vista es muy semejante al mío en este aspecto… Ante la pregunta “¿Cómo se conquista a una mujer?” Dolina responde que esto no es necesario. Explica que el amor sucede, una mujer gusta de uno o no gusta de uno.

En cuanto al tener una táctica para ello (la supuesta conquista) contesta que eso es espantoso, lo peor que puede hacer uno frente a una mujer que no lo ama es desarrollar una táctica pues entonces sobreviene el desprecio: “No hay nada que moleste más a una mujer que un tipo que no es y hace fuerza por ser…”

Los dejo para que lo piensen y me encantaría conocer sus comentarios y opiniones al respecto… - Izzy.

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