miércoles, 29 de octubre de 2014

Violencia física y violencia sexual.


Hace algunos años atrás, la OMS realizo un estudio multipaís sobre salud de la mujer y violencia domestica, destacando que los actos de violencia sexual son mucho menos frecuentes que los de violencia física en la mayoría de los entornos. En los países donde se estudiaron tanto ciudades grandes como entornos provinciales, los niveles globales de violencia infligida por la pareja fueron siempre más elevados en las provincias, con una población rural más numerosa, que en los núcleos urbanos.

Actos, gravedad y frecuencia de la violencia física.

La OMS clasifica la gravedad de los actos de violencia física en función de las probabilidades de que cause lesiones. La bofetada y el empujón se definen así como violencia moderada. El ser golpeada con el pie, arrastrada o amenazada con un arma, o la utilización de un arma contra la mujer, se define como violencia grave.

Según esta definición, el porcentaje de mujeres que alguna vez habían tenido pareja y habían sido víctimas de violencia física grave se situaba entre el 15% y el 30% en la mayoría de los países. Cuando la mujer ya ha sido víctima alguna vez de violencia infligida por su pareja, es muy probable que en algún momento ocurra un acto de violencia grave.

Lejos de tratarse de un hecho aislado, la mayoría de los actos de violencia física infligida por la pareja sigue un patrón de maltratos continuados. La gran mayoría de las mujeres que han sido víctimas de maltratos físicos en manos de sus parejas han sufrido actos de violencia más de una vez, y en ocasiones con frecuencia.

Violencia sexual.

El estudio de la OMS brinda información escalofriante acerca de la violencia sexual en diversos entornos mundiales. Por regla general, el porcentaje de mujeres que declararon haber sido víctimas de abusos sexuales por parte de su pareja oscilaba entre el 10% y el 50% en la mayoría de los entornos abarcados por el mismo.

En la mayoría de los entornos, cerca del 50% de los casos de violencia sexual había sido consecuencia de la fuerza física más que del miedo. En todos los entornos, hubo mujeres que habían sido forzadas por sus parejas a realizar actos sexuales que consideraban degradantes o humillantes.

Superposición entre la violencia física y sexual infligida por la pareja.

El estudio de la OMS ofrece uno de los primeros exámenes entre culturas de los patrones de violencia infligida por la pareja. El patrón más común es que las mujeres sean víctimas de violencia física únicamente, o de violencia física y sexual. En la mayoría de los entornos, entre el 30% y el 56% de las mujeres que había sido víctimas de algún tipo de violencia por parte de su pareja informó que se había tratado tanto de violencia física como sexual.

Extraído de: “Investigación pre-experimental acerca del efecto del Programa de Recuperación Breve (PRB) para Sobrevivientes de Trauma de la Dra. Edna B. Foa y el Dr. David S. Riggs en el tratamiento ambulatorio a mujeres víctimas de violencia atendidas en el Centro para el Desarrollo de la Mujer (CEDEM); Autor: Ezequiel Meilij.

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