lunes, 25 de noviembre de 2013

¿Amistades ricas en toxinas?


¿Qué debe hacerse cuando nos damos cuenta de que una relación como la amistad no nos está reportando felicidad sino problemas?

Toda amistad tiene sus altibajos y es natural que surjan problemas, pero debemos estar muy alertas a la intensidad y continuidad de éstos ya que son señales de una posible amistad tóxica que nos aporta un nivel de drama innecesario e indeseado.

Como toda amistad es una relación entre dos partes, es tan necesario analizar tanto la conducta, pensamientos y emociones propias como las de nuestra amistad. Muchas veces, lo que nos molesta y perturba de otra persona puede ser un aspecto propio que estamos negando y proyectando en los demás. El establecimiento de límites sanos, la confianza, honestidad y buena comunicación son aspectos claves de una amistad saludable, un déficit o conflicto en cualquiera de estos aspectos nos alerta de una posible amistad problemática o tóxica.

Si en algún momento, nuestra interacción con esta persona nos despierta ira, miedo o ansiedad, no es aconsejable actuar sobre estas emociones. Respira, cálmate y aléjate. Una vez serena, siéntate y anota lo que estés sintiendo o pensando acerca de lo qué pasa y acerca de tu amistad, usando frases cortas y sencillas. Puedes hacer una lista de los pros y contras de seguir relacionándote con esta persona. Esto te ayudará a la hora de sentarte a hablar sobre el tema con tu amiga, si decides hacerlo.

Es muy importante evitar triangularse, es decir, no convertirse en víctima, acusador o salvador en la relación de amistad.  Si tu amistad insiste en que cumplas cualquiera de estos roles, lo mejor es que te alejes y busques amistades nuevas.

¿Qué puede hacerse en el caso específico de estos cuatro tipos de amiga?:

- Amiga indiscreta (no sabe guardar secretos, hace comentarios inapropiados sobre las debilidades que uno le ha confesado).

Si es la primera vez que sucede, siéntate con tu amiga y explícale cómo te hace sentir su indiscreción. Una buena amiga sabrá entenderte, se disculpará y evitará futuras indiscreciones. Si descubres que tu amiga sigue con su comportamiento indiscreto, o no acepta su falta, es tu decisión continuar siendo su amiga o seguir confiándole tus secretos y confidencias.

- Amiga mala suerte (siempre mira todo desde el lado negativo, disminuye tu confianza).

El “filtro mental” o “abstracción selectiva” es una distorsión cognitiva, una forma distorsionada de pensar por la cual tu amiga se enfoca y selecciona solo los puntos negativos y jamás ve los positivos. Si te permites pensar como ella, por supuesto que tu confianza en ti misma disminuirá. Es posible que ella esté proyectando su propia inseguridad y baja autoestima en ti, y es responsabilidad tuya no caer en su juego (que no necesariamente es intencional). Como buena amiga, intenta hacerle comprender su manera distorsionada de pensar, y si está renuente a cambiar, pídele que se reserve sus opiniones negativas. Al final del día, tú decides si quieres estar rodeada de gente negativa.

- Amiga problema (siempre incurre en el mismo error y uno es el paño de lágrimas del mismo problema una y otra vez).

Los errores nos enseñan, pero si tu amiga sigue tropezando sobre la misma piedra una y otra vez, obviamente no está obteniendo un aprendizaje de su experiencia. Al permitirte convertirte en su paño de lágrimas, estas asumiendo el rol de su salvadora, y dejando que ella asuma el de víctima. Salte del triángulo, aconséjale que busque ayuda terapéutica para comprender por qué sigue incurriendo en los mismos errores y cómo abandonar la posición de víctima. Ahí la estas ayudando, como una buena amiga, sin pretender salvarla y triangularte junto con ella.

- Amiga coqueta (intenta coquetear con los novios de las otras y con el de uno propio).

Tu amiga coqueta tiene un problema de límites. Si es la primera vez que pasa, de seguro te producirá ira, miedo o ansiedad, ¡o una mezcla de todos ellos! Respira, aléjate y cálmate. No confrontes a tu amiga, habla con ella. Explícale cómo te hace sentir lo que ella está haciendo y establece tus límites. Si ella no sabe respetarlos una vez los has establecido, es más saludable que te alejes y la evites.

¿Cuál es la mejor manera de establecer límites? ¿Cómo aplica aquí aquello de “ser asertivo”?

La mejor manera de establecer límites sanos es con calma, serenidad, firmeza y asertividad (saber decir “No” algo que a muchos nos cuesta horrores). Si nos cuesta establecer límites, nos cuesta ser asertivos y viceversa. Estas no son habilidades que se aprenden de la noche a la mañana y lo mejor es buscar ayuda terapéutica para así aprender a establecer límites sanos y ser más asertivos. Al empezar a hacerlo, es común equivocarse, ser demasiado flexibles o demasiado fuertes, está bien, es normal y debemos darnos permiso de que nos salga mal un par de veces hasta que empieza a salir bien. Aquí, ser asertivo implica, sin atacar o agredir a nuestra amistad, poder establecer nuestros límites y nuestros “No” sin dejar que queden de segundo lugar a los “Si” que nuestras amistades esperan de nosotros.

- Izzy :)

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