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martes, 31 de enero de 2017

Amor + Pareja | Gottman Rompiendo.


El Dr. John Gottman ha observado a miles de parejas por décadas, así que sabe un par de cosas acerca de las relaciones que a todos nos viene bien saber.

Basándose en sus investigaciones y estudios, el Dr. Gottman ha mostrado que puede predecir el divorcio con más de 95% de precisión, por la presencia de lo que el lama llama los “cuatro jinetes del apocalipsis” en una relación: Criticismo, Defensa, Desprecio y Táctica de cerrojo.

Estos jinetes no son más que nuestras estrategias a la hora de manejar el conflicto, la forma que elegimos para discutir. Y es que toda pareja tiene que discutir de vez en cuando, pero hay formas saludables y formas tóxicas de hacerlo, y lamentablemente, desde nuestras familias de origen, a la mayoría nos heredan la segunda en lugar de la primera.

Estas conductas tóxicas inyectan a la relación de pareja una dosis letal de frustración, que con el tiempo se convierte en amargura y resentimiento, y son predictores de un inminente divorcio.

¡Ya sabes! Si quieres tener una relación sana, procura mantener alejados a estos jinetes aprendiendo y desarrollando formas más sanas de relacionarte. ¡Que estés bien! - Izzy :)

viernes, 8 de agosto de 2014

Siete principios y cuatro jinetes II.


El investigador John Gottman ha observado a miles de parejas por décadas, y enfocándose en parejas emocionalmente inteligentes, encontró que todas se parecían en siete aspectos fundamentales para una relación a largo plazo viable:

1. Conocer el mundo de nuestra pareja.

Dicen que el amor está en los detalles, pero no se trata solamente de conocer los gustos, preferencias y detalles superficiales de nuestra pareja (su comida favorita, película predilecta, etc.). Para conocerse hay que abrirse, contarnos mutuamente nuestras historias, y querer conocer a la otra persona depende de estar dispuestos a dejarnos conocer por ella, y nuestro equipaje familiar (nuestra historia familiar) determina en gran medida qué y cuánto de nuestra historia y mundo emocional estamos dispuestos a compartir. Menos compartimos de nuestro mundo, menos vemos del mundo de nuestra pareja. Conocer a la otra persona es, en cierta forma, una experiencia que no tiene fin, el “mapa del amor” de nuestra pareja es dinámico y va cambiando igual que ella, ¡ténganlo en cuenta!

2. Experimentar de forma activa la admiración de nuestra pareja.

El criticismo y el desprecio son dos de los jinetes del apocalipsis relacional. Y es que cuando criticamos, solo nos enfocamos en lo negativo de nuestra pareja, es como si dejáramos de percibir en ella todos esos atributos que nos fascinan y hacen que la admiremos. Incluso hay personas que se sienten acomplejadas por los logros, aptitudes y cualidades de la pareja y en vez de admirarla, la envidian. ¡Si ves algo admirable en la otra persona, recuerda que es porque reconoces en ella aspectos tuyos! Si te cuesta reclamarlos, ¡a terapia! Siempre habrá una que otra crítica, seamos realistas, aquí lo importante es asegurar que tenemos más razones para admirar a nuestra pareja que para criticarla, ¡y que el sentimiento sea mutuo!

3. Enfrentarse en vez de darse la espalda.

No hay comunicación más directa que cuando ambas personas se miran a los ojos, y si no me creen, traten de tener una conversación con su pareja dándose la espalda. Van a ver que no es lo mismo. Cuando las parejas discuten, es común que se forme una brecha, una distancia, y que cada quien le dé la espalda al otro, al menos por un tiempo, hasta que los ánimos se aquieten. Las parejas emocionalmente inteligentes saben que es necesario hacer más movidas que los acerquen versus aquellas que los separen. Ojo, llevar la cuenta de quién dio el primer paso en acercarse la última vez también es nocivo, ¡no sean tan matemáticos, están usando el hemisferio incorrecto!

4. Permitirse se influenciado por la pareja.

Hay una frase de Anne-Lise Lovlie Schibbye que me parece muy indicada para este punto en particular: “Nacemos en conexión, sufrimos en soledad, nos desarrollamos en relación.” En su libro “The Vibrant Relationship” Kirsten Seidenfaden y Piet Draiby indican que solo aprendemos algo nuevo acerca de nosotros mismos mediante encuentros con personas que son diferentes de nosotros, y si bien a menudo hacemos “click” con nuestra pareja en base a aquellas cosas en que nos parecemos, crecemos a partir de nuestras diferencias intrínsecas. Los conflictos que enfrentamos con nuestras parejas, que casi siempre se basan en diferencias, deben verse como oportunidades de aprendizaje y crecimiento, siempre y cuando nos permitimos ser influenciados en lo positivo por nuestra pareja.

5. Resolver los problemas solucionables.

Una creencia irracional que muchos llevamos a nuestras relaciones de pareja sin tener idea de ello es el supuesto de que deberíamos poder resolver todos nuestros problemas y diferencias. ¡Imagínense esta utopía! Es más, me parece que una relación de parejas sin problemas ni diferencias se volvería tan aburrida, monótona e insípida, que probablemente moriría de inanición. Y es que más investigo y aprendo del tema, más me doy cuenta de lo importante que son las diferencias, y el aprender a reconocerlas y aceptarlas, lo que mantiene nuestra relación de pareja vibrante y con vida. Según Gottman, que de este tema sabe mucho, 70% de nuestros problemas de relación no se pueden solucionar.

6. Superar los puntos muertos.

Gottman descubrió que, irónicamente, 69% de las parejas felices seguían teniendo los mismos conflictos sin resolver después de 10 años, pero no solo seguían juntos, seguían felizmente juntos. El secreto está en superar los puntos muertos en los conflictos, es decir, acordar no acordar y enfocar las energías en encontrarle la vuelta al tema. Podríamos decir, encontrar la solución “suficientemente buena”. Ganar algunas, perder algunas, y buscar un buen equilibrio y entendimiento. No se imaginan cuantas parejas se estancan en un punto muerto simplemente porque ninguna de las dos se niega a perder. Si, a las finales, salen perdiendo ambos.

7. Crear mundos compartidos.

Las buenas parejas crean un mundo compartido (¡ojo, no fusionado!), que les da un espacio en común, seguro y exclusivo al cual pueden retirarse tanto en momentos de paz como de conflicto. Una “casa segura”, por decirle de alguna manera. Es el mundo que la pareja ha decidido construir juntos, un proyecto de a dos, que integra las cosas que ambos aman y un poquito de ese toque especial de cada quien, sin dejar de lado los mundos individuales de cada cual. Se supone que cuando esta dinámica funciona bien – sin que estos mundos individuales y compartidos choquen ni se fusionen – se retroalimentan y enriquecen entre sí. Es tener una identidad como pareja, sin perder la identidad individual en el proceso, ¡importantísimo!

A modo de conclusión.

¡Por eso es tan importante conocernos antes de conocer a otra persona! ¡Crear un mundo propio antes de intentar crear uno compartido! El proceso terapéutico es una oportunidad única para conocer y entender nuestra historia, y evitar repetir esos patrones y dinámicas que han causado daño en el pasado, nos brinda la oportunidad de conocernos plenamente y así poder darnos a conocer y conocer a nuestra pareja con la misma plenitud. Muy importante: Conocer el mundo de nuestra pareja implica aceptar no solo la luz, también la sombra y aceptar que somos parecidos en muchas cosas ¡y muy distintos en muchas otras! - Izzy

miércoles, 9 de julio de 2014

Siete principios y cuatro jinetes I.


Yo no sé ustedes, pero yo soy fiel creyente de que la información es poder. Es como aquella campaña pública televisiva norteamericana “The More You Know”. Yo creo que no saber nos mantiene a oscuras, abrazados a creencias rígidas, patrones inflexibles y dinámicas obsoletas. Siempre es bueno aprender algo nuevo, y desaprender aquello que quizás nos sirviera en el pasado, pero ya no tienen utilidad y que en el presente nos causa más estorbo, molestia y consecuencias negativas que otra cosa. Y es que crecer tiene mucho que ver con ir soltando cosas viejas para agarrar cosas nuevas, renovar el alma, el espíritu, la psiquis, la mente, el corazón, y todo lo demás también.

John Gottman ha observado a miles de parejas por décadas, así que sabe un par de cosas acerca de las relaciones que a todos nos viene bien saber. Enfocándose en parejas emocionalmente inteligentes, encontró que todas se parecían en siete aspectos fundamentales. Estos siete principios de Gottman para una relación a largo plazo viable son:

1. Conocer el mundo de nuestra pareja.
2. Experimentar de forma activa la admiración de nuestra pareja.
3. Enfrentarse en vez de darse la espalda.
4. Permitirse se influenciado por la pareja.
5. Resolver los problemas solucionables.
6. Superar los puntos muertos.
7. Crear mundos compartidos.

La práctica de estos siete principios ayudan a mantener bien alejados de nuestra relación de pareja a lo que Gottman llama los “cuatro jinetes del apocalipsis” en una relación:

1. Criticismo.
2. Defensa.
3. Desprecio.
4. Táctica de cerrojo.

Estos jinetes no son más que nuestras estrategias a la hora de manejar el conflicto, la forma que elegimos para discutir. Y es que toda pareja tiene que discutir de vez en cuando, pero hay formas saludables y formas tóxicas de hacerlo, y lamentablemente, desde nuestras familias de origen, a la mayoría nos heredan la segunda en lugar de la primera.

Estas conductas tóxicas inyectan a la relación de pareja una dosis letal de frustración, que con el tiempo se convierte en amargura y resentimiento, y son predictores de un inminente divorcio. ¿Qué tan inminente? Basándose en sus investigaciones y estudios, John Gottman ha mostrado que puede predecir el divorcio con más de 95% de precisión, y es que una relación donde estos principios están ausentes y estos jinetes presentes es lamentablemente de pronóstico reservado.

Bueno, entonces, ¿cultivar estos siete principios es la solución a todos los problemas de pareja? Nos gustaría creer que sí, pero no es así. Pero no se desanimen, porque practicar estos siete principios puede ser una solución al 30% de todos los problemas de la pareja. Si piensan que es un porcentaje desalentador, piensen de nuevo, acá paga una vez más eso de “the more you know…” porque a veces en este mundo de las relaciones de pareja se nos complica de más el panorama porque queremos solucionarlo todo, ¡que demanda más irreal! ¡No se puede!

Gottman nos cuenta que 70% de nuestros problemas de relación no se pueden solucionar. ¡Ojo! Esto no implica que una relación no tiene solución, significa ajustar expectativas para hacerlas más acordes a la realidad, que tenemos que aprender a vivir en una relación imperfecta, cultivando los aspectos cultivables, solucionando los problemas solucionables y aprendiendo a negociar y hallar el punto medio más simétricamente posible en los desacuerdos y conflictos para poder seguir creando ese mundo en común, sin perder nuestros mundos individuales en el proceso. - Izzy