jueves, 1 de enero de 2015

“Metas en el papel y la mente” (colaboración con Karla Jiménez Comrie, publicada en La Prensa, 1 de enero, 2015).


El comienzo del nuevo año trae consigo deseos de renovación que suelen derivar en la redacción “mental” o escrita de propósitos o resoluciones que constituyen una forma de iniciar con optimismo un nuevo ciclo.

Más allá de expresar esos propósitos en negro sobre blanco resultan un acto de contrición o “la revisión consciente de cuánto hemos logrado prosperar al cabo de una anualidad”, define la psicóloga y coach personal, Cynthia Tulipano.

De acuerdo con la especialista, la célebre lista en la que solemos proyectar los anhelos de una mejor silueta o de recibir un incremento salarial, por decir algunos ejemplos, son una forma de crear retos que contribuyen al crecimiento personal y a proyectar, si es posible, “un mundo a la medida”, como decía el novelista español Fernández Santos.

Aunque también vale decir que estos buenos deseos se pueden extraviar en la melopea propia de los festejos de fin de año y el afán excesivo para alcanzar ideales poco realistas.

REDUNDAR EN LO TRIVIAL.

Un artículo publicado por la revista Forbes asegura que son pocas las personas que logran realizar sus propósitos para el Año Nuevo, lo que conlleva a repetir las mismas intenciones en cada enero.

El psicólogo clínico Ezequiel Meilij asegura que según estudios publicados por la Universidad de Scranton, Estados Unidos, solo 1 de cada 12 personas logra cumplir con las disposiciones trazadas.

“Muchas veces nos fijamos metas basadas en demandas y expectativas irreales”, afirma el especialista.

Con este concepto concuerda Tulipano, quien explica que al esbozar “sueños” en lugar de metas concretas no se puede establecer un plan de acción en un tiempo medible para su cumplimiento.

“Nos exigimos de la noche a la mañana cumplir con objetivos fallidos, pensando que se van a concretar por arte de magia”, describe Meilij.

Señala que este comportamiento es una distorsión cognitiva, conocida como “pensamiento mágico”.

DESEOS RECURRENTES.

El portal estadounidense GobiernoUSA.gov identifica el ahorrar dinero, bajar de peso, hacer ejercicio y encontrar un mejor trabajo, como algunas de las resoluciones más comunes al principio de cada año.

A esta lista, Forbes añade los idearios de pasar más tiempo con la familia y culminar los estudios. Son los deseos más recurrentes al inicio de cada año.

No cumplir con estos objetivos conlleva a que las personas continuamente repitan una finalidad con la esperanza de que se ejecuten algún día.

Algo que, según la revista especializada en temas financieros, deja en evidencia “el estancamiento personal y la falta de compromiso” del individuo.

Para Meilij, no obstante, la repetición de un propósito también figura como una oportunidad para “encarar los fines de forma diferente y lograr encaminarlos”.

Es una oportunidad para revaluar las acciones hechas y hacer los ajustes necesarios para lograr los cambios anhelados, reitera.

ESTA VEZ SÍ.

Tulipano explica que para trabajar una meta es necesario deshacerse de las viejas costumbres.

“Hay que hacer sacrificios y dejar de lado la comodidad y [la] gratificación inmediata”, apunta la coach personal, quien señala la importancia de tomar en cuenta todos los aspectos cotidianos.

Las afirmaciones positivas, tanto para el entorno personal como el profesional, resultan provechosas para crear una lluvia de ideas, que según la especialista se debe depurar con objetivos reales que permitan emprender un proyecto.

Recomienda tener prevista una fecha de inicio y un período de finalización para cada objetivo.

“Finalmente, cada propósito deberá ser cuantificable. Es decir, que deberá tener muy en claro el resultado que desea obtener”, recalca.

Por otro lado, Meilij recomienda hallar un punto medio entre las resoluciones personales y aquellas que incluyen a pareja, familia, amistades y colegas, además de otras personas.

Aconseja pensar en deseos que se pueden controlar.

“No podemos garantizar tener buena salud, pero sí podemos resolver, desde hoy, hacer más ejercicio, comer mejor y evitar los excesos”, puntualizó el psicólogo clínico.

Enlace original: http://impresa.prensa.com/panorama/Metas-papel-mente_0_4108839205.html

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