viernes, 4 de abril de 2014

El arte de aprender a soltar el “pensar de más”.

"Nuestra intuición nos dice muy rápidamente si algo es o no es. Es un sí o es un no. Casi siempre, si empezamos a pensarlo demasiado, es más probable que nuestra intuición nos esté diciendo “no”. O al menos “no ahora” o “no todavía”. Es un “no” o todavía no estamos listos para el “si”. Ojo, tampoco hablo de actuar sin pensar, saltar sin mirar, dar rienda suelta a la impulsividad..."

Lo dijo Maynard James Keenan en la canción de Tool, “Lateralus”:

Over thinking, over analyzing separates the body from the mind.
Withering my intuition leaving all these opportunities behind.

Es decir: “Pensar de más, sobre analizar separa el cuerpo de la mente. Marchitando mi intuición dejando todas estas oportunidades atrás.

Y cada vez que escucho esas líneas, no puedo evitar identificarme. Y es que tengo la manía de pensar, analizar, racionalizar, intelectualizar y rumiar de más, soy el afortunado/desafortunado dueño de un discurso interior que no vino con botón de apagado de fábrica.

Toca aprender a apagarlo, o silenciarlo, manualmente.




Esto de pensar de más y sobre analizar también nos sirve de aprendizaje, sobre todo cuando aprendemos a escuchar la vocecita silenciada y/o apagada detrás de este proceso: nuestra intuición.

Porque mientras estas voces interiores nos están abrumando, nuestra intuición nos está mandando un mensaje clarísimo: “¡Cuando estás claro no lo tienes que pensar tanto!

Hace un par de semanas estaba con mi terapeuta discutiendo si trabajar o no un tema particular en la agenda y me preguntó: “Izzy, ¿quieres que trabajemos sobre esto?” Verán, en estos casos, mi terapeuta tiene una estrategia muy efectiva, me deja pensar 5-10 segundos y ahí viene la frase mágica: “Izzy, lo estás pensando demasiado, si quisieras, no lo pensarías tanto. La intuición no necesita pensar mucho.

La intuición no necesita pensar mucho. Una frase simple que dice mucho.

Nuestra intuición nos dice muy rápidamente si algo es o no es. Es un sí o es un no. Casi siempre, si empezamos a pensarlo demasiado, es más probable que nuestra intuición nos esté diciendo “no”. O al menos “no ahora” o “no todavía”. Es un “no” o todavía no estamos listos para el “si”.

Ojo, tampoco hablo de actuar sin pensar, saltar sin mirar, dar rienda suelta a la impulsividad. No se trata de irse de un extremo al otro, ningún extremo es bueno ni saludable, aquí hablamos de encontrar el punto medio, el equilibrio.

Cuando nos sale ese “si” o ese “no” del alma, espontáneamente, es nuestro instinto o intuición en el asiento de pasajero de nuestras vidas, haciendo de buen copiloto, en vez de esa voz interior que nos pone a pensar y analizar de más, la que complica lo simple. Y es que no hay nada más rico que no complicarse la mente y simplificar el alma. - Izzy

No hay comentarios:

Publicar un comentario