A menudo se
puede observar en una reunión social, o bien puede ser dentro de un hogar, a
muchas parejas que en vez de estar mirándose a los ojos o tomándose de las
manos, uno de sus miembros se encuentra, por su lado, viendo el Facebook,
posteando fotos, o contestando algún Whatsapp. En fin, tal parece que se está
prestando más atención a lo que ocurre en una pantalla de móvil que el ser que
tienen a su lado.
Este
fenómeno ha escalado hasta el punto de arruinar relaciones amorosas, e incluso
se creó una palabra para nombrarlo: "phubbing".
Hacer
"phubbing" con la pareja, es decir, prestarle más atención al móvil
que a ella es uno de los problemas más comunes en las relaciones de parejas.
Un estudio
de la Universidad de Baylor, en Estados Unidos, ha confirmado que de las 453
personas analizadas, la mitad le había hecho "phubbing" a su pareja.
Es decir, la mitad de las parejas le presta más atención a su teléfono que a su
propia pareja. Lo peor de todo es que un 22.6% de esas personas admitían que
esa práctica es un motivo de discusión bastante frecuente.
El
psicólogo clínico Ezequiel Meilij ha sido claro en su opinión: "El uso de
la tecnología es definitivamente un punto de conflicto, y un factor que
exacerba muchos otros conflictos de pareja. Depende de cómo se utilice. Hay
varios aspectos de la relación que están siendo fracturadas por el mal uso del
celular como: la comunicación, la intimidad, la confianza y los límites".
El experto
también explicó que el celular deja de transformarse en una ayuda para pasar a
transformarse en un problema "cuando interfiere de manera significativa en
nuestra vida, actividades y relaciones y cuando la utilizamos como un atajo que
disminuye la calidad de nuestras interacciones con nuestra pareja o nos distrae
de ella".
¿La
solución?
Aquí es
dónde tener una buena comunicación con la pareja es crucial. Por ejemplo, una
buena forma de eliminar este problema es definiendo ciertas reglas sobre cuándo
está permitido o no utilizar el móvil.
"Sabemos
que hoy en día a veces es imposible apagar el celular, pero sí se puede limitar
el rango de interacciones con el mismo, especialmente cuando estamos haciendo
algo con nuestra pareja, por ejemplo durante las comidas o durante un
paseo", concluye Meilij.
(Colaboración
con María Elizabeth Morales para la Revista
Ey! del Panamá América, publicada el domingo 19 de febrero del 2017.)