sábado, 6 de julio de 2013

Neuroanatomía de las emociones II: El hipotálamo.



El hipotálamo en 120 palabras.

El hipotálamo es una estructura muy antigua, se encuentra totalmente funcional al momento del nacimiento y es la fuerza motivadora detrás de nuestras emociones. Contiene pequeños núcleos con una variedad de funciones; una de las más importantes, enlazar el sistema nervioso al sistema endocrino mediante la glándula pituitaria (hipófisis). Todos los cerebros de vertebrados contienen un hipotálamo y en los seres humanos este es del tamaño de una almendra.

El hipotálamo es responsable por ciertos procesos metabólicos y otras actividades del sistema nervioso autónomo. Sintetiza y segrega neurohormonas que estimulan o inhiben la secreción de hormonas pituitarias. Controla nuestra temperatura corporal, hambre, aspectos importantes de la crianza de los hijos y comportamientos de apego, sed, fatiga, sueño y ciclos circadianos.

El hipotálamo estructurado.

El hipotálamo es una estructura cerebral compuesta por núcleos distintivos y áreas menos distinguibles anatómicamente. Coordina muchos ritmos circadianos hormonales y comportamentales, mecanismos homeostáticos y comportamientos importantes. Por tanto, debe responder a diferentes señales, algunas generadas externamente y otras internamente. Por ende, esta ricamente conectado con muchas partes del sistema nervioso central. Responde a la luz, estímulos olfativos, esteroides, información transmitida neuronalmente, entradas autonómicas, estímulos transmitidos por sangre, estrés y microorganismos invasores.

Bienvenidos a los núcleos.

Los núcleos hipotalámicos incluyen tres regiones (que a su vez se dividen en varias áreas  y éstas en núcleos). Lo más importante aquí es comprender las funciones más relevantes de cada región:


Región anterior: Contiene el núcleo sexualmente dismórfico, que emite somatocrinina (las diferencias de desarrollo entre los sexos se basan en niveles de testosterona in útero), emisión de oxitocina, termo-regulación  regulación de la transpiración, jadeo, ritmos circadianos, sed y hambre.

Región tuberalRegulación de la presión sanguínea, ritmo cardíaco  saciedad, control neuroendocrino, somatocrinina, alimentación, dopamina, sed y hambre.

- Región posterior: Memoria, incremento de la presión sanguínea, dilatación pupilar, escalofríos.

El hipotálamo y el control de la ingesta de alimentos.

La parte extremo lateral del núcleo ventromedial del hipotálamo es responsable por la ingesta de alimentos. La estimulación de esta área puede incrementar la misma, y la lesión bilateral de la misma puede producir un cese total de la ingesta alimenticia.

A su vez, las partes mediales del núcleo tienen un efecto controlador sobre la parte lateral y lesiones a la parte medial del núcleo ventromedial causan polifagia (el aumento anormal de la necesidad de comer) y obesidad en el animal.

El hipotálamo sexualmente dismórfico.

Varios núcleos hipotalámicos son sexualmente dismórficos, es decir, existen claras diferenciaciones estructurales y funcionales entre machos y hembras.

La importancia de estas diferencias se reconoce a través de diferencias funcionales entre ambos sexos. Por ejemplo, los machos de muchas especies prefieren el olor y la apariencia de las hembras por sobre los machos, instrumental en la estimulación de la conducta sexual masculina.

Si el núcleo sexualmente dismórfico es lesionado, esta preferencia disminuye. El patrón de segregación de hormonas de crecimiento también es sexualmente dismórfico, lo que explica por qué en muchas especies el macho suele ser más grande que la hembra.

El hipotálamo procesador de tus peores temores.

La zona medial del hipotálamo es parte de la red que controla los comportamientos motivados, tales como los defensivos. Aquí se regula la expresión de comportamientos defensivos innatos y condicionados.

La exposición a un depredador (por ejemplo, un gato) provoca comportamientos defensivos en ratas de laboratorio (aun cuando el roedor jamas ha sido expuesto previamente a un gato). El núcleo premamilar (parte del hipotálamo) juega un rol importante en la expresión de comportamientos defensivos ante un depredador, demostrado cuando al haber lesiones en el área estos comportamientos cesan (tales como el congelarse o el huir).

“Sham rage” (falsa ira).

El “sham rage” o falsa ira es un comportamiento que incluye morder, arañar, sisear, arquear la espalda, alternando movimientos violentos de los miembros, producido en los experimentos con animales mediante la eliminación de la corteza cerebral.

Tales estudios de ablación realizados en 1928, demostraron que el hipotálamo posterior es importante en la expresión de la ira y la agresión.

Vemos así como lesiones selectivas en diversas áreas del hipotálamo pueden alterar drásticamente la respuesta esperada de ira o temor en animales, e incluso provocar respuestas agresivas (o temerarias) en animales que usualmente no lo son (o no las manifestarían bajo ciertas circunstancias).

Subtipos de agresión: Agresión predatoria versus agresión afectiva.

La estimulación en distintas áreas del hipotálamo provoca una manifestación distintiva de agresión.

En un estudio de estimulación en gatos (Flynn, 1967), la estimulación al área lateral y medial provocó manifestaciones de agresión muy distintas.

La primera causaba la manifestación de una agresión predatoria (orientada a una meta especifica, atrapar y acabar con la presa), mientras que la segunda provocaba una agresión afectiva (un ataque con saña, en el cual el gato parecía disfrutar el provocar daño a su presa).

Lo interesante de este segundo tipo de agresión es que existe un componente aversivo al mismo, es decir, los gatos entrenados intentaban detener el estímulo (casi podríamos decir que lo detectaban como egodistónico).

De esta forma, se definen dos subtipos de agresión:

Agresión predatoria (orientada a una meta, planeada, controlada):

- El sujeto es capaz de ocultar su agresividad.
- El sujeto puede controlar su comportamiento al ser agresivo.
- El sujeto es muy cuidadoso de su propia protección al ser agresivo.
- El sujeto busca beneficiarse por medio de su agresión.
- El sujeto planifica sus actos agresivos.
- El sujeto está orgulloso de ser agresivo.

Agresión afectiva (reactiva, no planeada, incontrolada):

- El sujeto puede dañar su propia propiedad.
- El sujeto puede ser agresivo frente a terceros (incapaz de ocultar su agresividad).
- El sujeto pierde el control frente a terceros.
- El sujeto se expone a daño físico.
- El sujeto pelea con terceros más fuertes que él.
- El sujeto es agresivo sin propósito alguno a su agresividad.
- La agresión no es planeada.
- El sujeto puede mostrar arrepentimiento después de la agresión.

De esta manera concluye la segunda etapa de este viaje a través de la neuroanatomía de las emociones y los invitó a leer el próximo post al respecto, donde les contaré más acerca de lo que aprendí sobre la amígdala. - Izzy

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