domingo, 9 de diciembre de 2012

El hombre que juraba que su gato quería volverlo loco… y quizás tenía razón: Una mirada al toxoplasma gondii.

Jaroslav Flegr es un científico checo. Un científico checo que a inicios de los noventa, comenzó a sospechar que su personalidad estaba siendo manipulada, haciéndolo comportarse de forma extraña y, a veces, auto destructiva.

"Dr. Freud, nos encontramos una vez más. ¿Qué lleva usted ahí?
¿Acaso es un gato? Esto no me gusta, no me gusta nada..."
(Jaroslav Flegr, fotografía por Michal Novotný).

El principal sospechoso era su gato, o mejor dicho, los parásitos unicelulares que vivían hospedados en el felino ofensor. Siguiendo la línea de pensamiento científico, Flegr concluyo que si estos parásitos estaban metiéndose con su cabeza, era muy probable que lo estuvieran haciendo con otras personas. 

Este parásito, el cual es excretado por los felinos en sus heces, se llama Toxoplasma gondii y es el organismo causante de la toxoplasmosis. Si una mujer resulta infectada durante el embarazo, puede transmitir esta enfermedad al feto, resultando en algunos casos en severo daño cerebral o incluso la muerte.

También es una amenaza para quienes sufren de un sistema inmunológico comprometido. En los días tempranos de la epidemia del SIDA, era el culpable por la demencia que afectaba a muchos pacientes durante las etapas terminales de la enfermedad.

En el caso de los niños saludables y los adultos, experimentan tan solo síntomas semejantes a los de la gripe antes de que sus organismos combatan al parásito, el cual queda latente dentro de las células cerebrales.

Flegr cree (y no es el único) que el parásito “latente” puede estar silenciosamente alternado o manipulando las conexiones entre nuestras neuronas, cambiando nuestras respuestas antes situaciones atemorizantes, nuestra confianza en los demás, nuestra extroversión e incluso nuestra preferencia por ciertos aromas.

También se cree que el organismo contribuye a accidentes de tráfico, suicidios y trastornos mentales tales como la esquizofrenia.

Flegr ha perseguido esta teoría durante décadas en relativa oscuridad. Resulta que nuestro buen científico checo no es bueno con el inglés, y aun en su idioma natal, no es muy conversador, y por lo tanto raramente viaja a conferencias científicas (un buen llamado de atención para que los introvertidos hablemos un poco más fuerte y alto, al menos cuando exista un riesgo de que nuestros cerebros sean dominados por parásitos unicelulares).

Indica que existe una resistencia psicológica muy fuerte a la posibilidad de que el comportamiento humano sea influenciable por un parásito Esto es cierto, creo que a todos nos aterra la idea o la noción de que nuestro libre albedrío es solo una ilusión y que nuestras acciones están orquestadas por nuestros cerebros, las reacciones químicas que ocurren dentro de ellos o por un parásito con ínfulas de controlador; pero en la medida en que las neurociencias avanzan, más descubrimos el rol de nuestro cerebro en nuestras acciones, emociones y personalidades (mas sobre esto en posts futuros, ¡eso es promesa!). 

El gato es el huésped predilecto para el toxoplasma gondii, y llega a este a través de su huésped original, un pequeño e inofensivo ratón. Muy a lo Tom y Jerry. Bien, aquí es donde nuestra historia se vuelve exquisitamente retorcida (más aún para un organismo de una sola célula, ¡Freud hubiera estado encantado de tenerlo en el diván y psicoanalizarlo!). 

"Entonces, señor Toxoplasmo gondii, cuénteme acerca de su madre..."

El parásito altera la aversión innata que siente el ratón por el gato, convirtiéndola en atracción. ¿Cómo hace esto? El organismo reconecta circuitos en las partes del cerebro que manejan emociones primarias como el temor, la ansiedad y la excitación sexual. El ratón, que normalmente huye al sentir el olor de la orina del gato, ahora se siente atraído y excitado por este aroma, yendo a dar directo a las fauces del gato, quien sabe que se ha ganado una buena presa, pero no sabe que también se ha convertido en el nuevo huésped del parásito. 

Después de que un gato infectado defeca, el parásito es recogido de la tierra por roedores, porcinos y ganado, quienes se convierten en nuevos huéspedes, albergándolo en sus cerebros y otros tejidos corporales. 

Los humanos estamos expuestos al entrar en contacto con las heces de los gatos, al beber agua contaminada con heces felinas, al consumir vegetales sin limpiar y carne cruda o poco cocinada. Ya saben, más higiene, más salud. 

Una vez dentro del huésped animal o humano, el parásito necesita regresar al gato, el único sitio donde puede reproducirse sexualmente, y supuestamente es aquí donde su manipulación de nuestros cerebros entraría en acción hacia ese fin. 

Poco se sabe acerca de cómo esta infección latente puede influenciar a los humanos, ya que nosotros y otros mamíferos grandes somos, presumiblemente, huéspedes accidentales, o un callejón sin salida para el parásito Aun así mamíferos desde el ratón hasta el ser humano comparten la mayoría de sus genes, por lo que podríamos, en un caso de identidad equivocada, ser aun vulnerables a la manipulación por parte del parásito. 

El toxoplasma gondii es solamente uno de muchos parásitos manipuladores mentales. Tal es el caso del virus de la rabia. 

Al borde da causar la muerte a un perro, murciélago o cualquier otro huésped de sangre caliente, le provoca un estado de rabia, simultáneamente migrando desde el sistema nervioso de la criatura hacia su saliva, asegurándose así de que, cuando el huésped muerda, transmita el virus a un nuevo huésped. 

¿Tiene cierto aire a película de ciencia ficción? Bueno, toda ciencia ficción es ficción hasta que la tecnología se pone a la par y la hace realidad (el simple hecho de que me estén leyendo a través del internet es prueba suficiente). 

Este es uno de esos temas que dan para hablar y hablar por horas, así que no se sorprendan si más adelante le doy seguimiento al interesante trabajo del Dr. Jaroslav Flegr y otros estudios recientes que aportan más a sus teorías. 

Duerman bien, vigilen a su gato y cocinen muy bien sus alimentos. 


Namaste. 


Links relacionados:
Can Humans Be Controlled By Tiny Parasites? (Por Jason Koebler)
How Your Cat Is Making You Crazy (Por Kathleen McAuliffe)
Wikipedia – Toxoplasma gondii

viernes, 7 de diciembre de 2012

La Conexión Dan Savage: Tres premisas básicas para una sexualidad más sana.

A decir verdad yo no había oído hablar de Dan Savage hasta hace unos pocos meses atrás, gracias a un comercial en MTV acerca de su reality show llamado “Savage U”. La premisa de la serie es la siguiente: Dan Savage, reconocido consejero sexual, une fuerzas con MTV en una gira alrededor del país, visitando los Campus universitarios y respondiendo a las preguntas más intimas de los estudiantes acerca de sexualidad, citas y relaciones.

"Savage U" - Un reality show en MTV que si vale la pena ver.


Quedé intrigado con este tal Dan Savage, y como en los demás vemos aspectos no reclamados de nosotros mismos (el famoso mecanismo de defensa de la proyección, tan ligado a Jung, pero eso es cuento para otro día), en Dan Savage yo estaba viendo ese terapeuta sexual en potencia que está rondando por ahí adentro, en alguna parte de mi ser, ¡esperando ser reclamado para salir a jugar!

Ya me había caído bien Dan (la primera impresión es siempre la más precisa, según unos; y también la más imprecisa según otros, pero eso también es cuento para otro día) y después de ver varios episodios de “Savage U” y visitar su entrada en Wikipedia (Wikipedia, ¿Dónde habías estado durante toda mi vida antes de conocerte?) me caía aun mejor.

Daniel Keenan "Dan" Savage es un autor, comentarista, periodista y editor Americano y escribe una columna de consejos sobre sexualidad y relaciones llamada “Savage Love”. Además, en el 2010, junto con su esposo, Terry Miller comenzó el proyecto conocido como “It Gets Better” enfocado en prevenir el suicidio entre la juventud LGBT.


Dan Savage @ Elmhurst College. Fotografía por Genevieve True.


El trabajo de Savage no está libre de controversias, y ha chocado tanto con conservadores como con miembros de la comunidad LGBT. Sus fuertes opiniones rechazan los puntos de vista conservadores acerca del amor, la sexualidad y la familia. Hago constar que Dan Savage tiene la personalidad de Dr. House, pero como también resulta que me encanta Dr. House, el marcador sigue a favor de Savage (en mi libro, al menos).

Hay al menos tres puntos básicos en los que comparto la filosofía de Dan Savage acerca de la sexualidad (y muchos otros de los cuales hablaré seguramente en posts futuros) y los considero aspectos elementales para una sexualidad sana y equilibrada (¡esa es la meta!):  

Premisa básica #1: Persigue tus fetiches, fantasías, etc., siempre y cuando estos sean legales, consensuales, seguros y respetuosos.

Premisa básica #2: La piedra angular de la ética sexual es la consensualidad (estamos hablando de consentir con plena voluntad y conocimiento y capacidad de discernimiento, aquí no hay áreas grises, es muy claro y muy sencillo cuando alguien consiento o no, y cuando alguien no está en capacidad de consentir).

Premisa básica #3: Aunque la experimentación sexual se alienta, el descuido no. El sexo siempre puede ser más seguro (y hablamos de seguridad física, emocional y mental, no solo evitar un embarazo no deseado o una enfermedad de transmisión sexual, ¡ojo!) y, nos guste o no, siempre será mejor ser menos kinky pero respirar más tranquilos.

¿No es tan complicado, no? Irónicamente, a veces las reglas más simples son las más difíciles de seguir, de igual manera que suelen ser las más efectivas, directas y prácticas. Yo hago el intento, y si yo puedo, todos podemos.


¡Gracias, Dan Savage!

Namaste.

Links relacionados:

lunes, 3 de diciembre de 2012

Sexualidad | ¿Qué tan “GGG” eres?


Dan Savage y sus lectores a menudo usan la abreviatura “GGG”, que representa “Good, Giving and Game”, y describe personas que sin necesariamente ser “kinky” están dispuestas a intentar algo nuevo en la cama para mantener felices a sus parejas. Podría hacerte una traducción literal, pero esta perdería todo el sentido de la abreviatura en si, por lo que te cito la palabra original en inglés y su “significado” según Dan Savage:

- Good: Según lo cual, uno debería esforzarse por ser bueno en la cama. No estoy completamente en desacuerdo, pero si considero que “ser bueno en la cama” es un concepto MUY subjetivo, y creo que los altos y a veces inalcanzables estándares que muchos (hombres y mujeres) nos hemos puesto le restan mucha espontaneidad y diversión al sexo. Quizás debería contar más qué tanto te esfuerzas que qué tan “bueno” te consideran (o te consideras). ¿No crees?

- Giving: Se refiere a dar igual tiempo y placer, una formula matemática perfecta. Tomate el mismo tiempo que te tomaste para recibir placer de tu pareja en brindárselo a ella. Si uno llegó al clímax antes que el otro, está bien tomarse un descanso, pero no te olvides que tu pareja también está esperando su momento de placer (o recuérdale que estás esperando el tuyo, si es el caso contrario).

- Game: Significa ir dispuesto a todo, dentro de los límites razonables. Retornando un poco sobre un post anterior, significa darse el permiso de perseguir sus fetiches y fantasías (los de cada uno y los que tengan en común como pareja), siempre y cuando estos sean legales, consensuales, seguros y respetuosos. Como siempre, la experimentación sexual se alienta, el descuido no.

Yo espero que esto te resulte una herramienta útil para conocer mejor tu sexualidad en pareja e individual. ¿Qué tan “GGG” hemos sido (o no) en el pasado? ¿Y ahora? ¿Qué podemos hacer para mejorar y ser más “GGG” cada día para que nosotros y nuestra pareja disfrutemos de una vida sexual más plena y saludable? ¡Te lo dejo de tarea! - Izzy

sábado, 1 de diciembre de 2012

¿Y cuánto vale la felicidad para ti?

Un artículo publicado en Yahoo Finance se refiere a un estudio que busca saber cuál es el ingreso monetario perfecto para la felicidad. Según ellos, el número mágico es $161.000 (anual).


"El dinero no compra la felicidad. Pero puede comprar
malvaviscos, que son casi la misma cosa."


Determinar el “valor financiero” de la felicidad es tema complicado. El dinero o moneda es algo muy concreto (si bien el valor real de un billete impreso en papel moneda es un misterio para muchos de nosotros), mientras que la felicidad es algo muy (pero muy) abstracto y subjetivo (su valor depende de quién lo valora).

Creo que la “felicidad financiera” debe de ser un factor o variable (de tantas) que aporta a la “felicidad total” del individuo, pero por supuesto, no es el factor ni la variable absoluta para medir la felicidad. Se puede ser muy pobre y muy feliz y se puede ser muy rico y muy infeliz.

Nada de esto detuvo a Skandia International's Wealth Sentiment Monitor de hacer su estudio, basado en 13 países. Ellos encontraron que, aparentemente, el valor de la “felicidad financiera” está en alrededor de $161.000 anuales (¿no es muy difícil ser feliz, al menos financieramente, con un ingreso mensual de $13,416.66, no?).


“¿Qué ingreso personal anual necesitaría ganar usted para ser verdaderamente feliz?”


Lo que me llamó la atención de esta gráfica  fueron sus dos valores extremos. El país que mayor ingreso anual necesita para “ser feliz” es Dubai ($276,150 anuales). Sin embargo, el tratar de descubrir por qué la gente de Dubai necesita tanto dinero para sentirse felices (de repente este será el tema de algún otro post) no es el asunto del día de hoy.

Fijémonos en Alemania, el país que registró la menor cantidad requerida para ser “financieramente felices” ($85.781 anuales). Noten que esta cantidad es menor que la reportada para los 5 países latinoamericanos incluidos en este estudio (y estoy bastante seguro de que el costo de la vida en Alemania es superior al de países como Colombia o Perú).

¿Los alemanes se conforman con menos ingresos que los demás? ¿Son conformistas? No lo creo, recordemos que este estudio mide cuanto ingreso se necesita para ser felices, si lograron la meta de ser felices, están bien, independientemente de la cantidad que los haga felices.

La clave aquí parece ser algo muy sencillo, muy básico, muy simple y muy esencial: En Alemania, la riqueza está distribuida de manera más equitativa.

Si yo ganó mucho dinero, seré financieramente feliz; pero si todos ganamos bastante dinero, el suficiente para que todos seamos lo suficientemente felices, parece que no necesitamos tanto dinero para llegar a la “felicidad financiera”.

El tema del impacto positivo de una distribución de bienes y riquezas más equitativo no es nuevo, y es expuesto de manera excepcional en la película/documental “ZEITGEIST: ADDENDUM” (2008). “Zeitgeist” es una serie de 3 películas documentales (Addendum es la segunda en la serie) que abarcan una variedad de temas que nos afectan como seres humanos en el siglo XXI y personalmente creo que nadie que viva en esta era puede darse el lujo de no verlas.  

La felicidad es un tema clave para la Psicología, de igual forma que lo es para la Filosofía y si bien la felicidad de uno no significa la felicidad de todos, es muy posible que la felicidad de todos nos haga un poco (o bastante) más felices (¡y con menos!) a nivel individual. ¿Vale la pena considerarlo, no?


Namaste.