lunes, 26 de octubre de 2015

Y tú, ¿Por qué tienes sexo?




Hace un tiempo atrás leí un artículo muy interesante de la autora Kelli Miller, acerca de las razones por las cuales las personas tienen sexo, y pensé en compartir algunos aspectos interesantes con ustedes…

Históricamente se citaban solo tres razones para tener sexo:

1) Para hacer bebés,
2) Para sentirse bien,
3) Porque estamos enamorados.

Sin restarle importancia a estas tres razones, y la infinidad de razones adicionales que cada persona pueda tener para tener sexo, la realidad es que como seres humanos, parecemos venir diseñados de fábrica para tener sexo.

Según los teóricos evolucionistas, estamos “programados” para sentir deseo por las relaciones sexuales con el fin de promover la supervivencia de la especie.

Por otro lado, los teóricos culturales se enfocan en las razones culturales y personales por las que buscamos, y evadimos, el sexo.

De una forma u otra, nuestras motivaciones para el sexo parecen caer en 4 grandes categorías:

Razones físicas: Placer, reducción de estrés, ejercicio, curiosidad sexual o atracción hacia otra persona.

Razones orientadas a metas: Tener bebés, aumentar nuestro estatus social o buscar venganza (si, no se hagan, esto pasa y pasa bastante).

Razones emocionales: Amor, compromiso o gratitud.

Razones de inseguridad: Para aumentar nuestra autoestima, evitar que la pareja busque sexo por fuera, o por sentirse presionados u obligados (por ejemplo, cuando la pareja insiste y cedemos, a pesar de…).

La diferencia entre sexos…

Como es de esperarse (mmmm, ¿lo es?), en términos generales los hombres buscamos sexo porque nos gusta cómo se siente, mientras que nuestras contrapartes femeninas lo hacen porque, aunque también les gusta cómo se siente, obviamente, están más interesadas en como el sexo aumenta o mejora la calidad, profundidad e intensidad de la relación.

Estas diferencias pueden describirse como sexo centrado en el cuerpo versus sexo centrado en la persona.

A pesar de estas diferencias en términos generales, es bueno (al menos así me parece) saber que cada vez nos parecemos más en nuestro comportamiento sexual, es decir, hay más convergencia en nuestros comportamientos y conductas relacionadas al sexo. A lo largo de este interesante continuo de la sexualidad masculina y femenina, los sexos estamos más cerca que lejos.
Y tú… ¿por qué tienes sexo?

Aquí hay una lista de las razones principales por las cuales tenemos sexo, un ejercicio muy interesante para que hagan, ya sea a solas o con su pareja, para entender mejor sus motivaciones personales para tener sexo…

- Para mejorar el estado de ánimo y aliviar la depresión
- Por obligación
- Por poder
- Para aumentar el auto-concepto
- Para experimentar el poder de la pareja
- Para sentirse amado por la pareja
- Para fomentar los celos
- Para mejorar la reputación o estatus social
- Para ganar dinero
- Para hacer bebés
- Por necesidad de afecto
- Para nutrirse
- Por la novedad de la pareja
- Por la presión de grupo o la presión de la pareja
- Por placer
- Para reducir el deseo sexual
- Por venganza
- Por curiosidad sexual
- Para mostrar amor a la pareja
- Por trascendencia espiritual

Ya saben, la próxima vez que tengan ganas de tener sexo, no se preocupen, es de humanos. No hay necesidad de cuestionar las ganas, pero no está de mas que cuestionemos nuestras motivaciones. ¡Que estén bien! - Izzy

lunes, 19 de octubre de 2015

El terapeuta/editor.



Tanto cuando tengo el privilegio, como terapeuta, de que mis consultantes compartan su historia, su “película”, conmigo; como cuando me encuentro del otro lado de la mesa, como narrador de mi propia historia, mi “película”, en mi proceso personal; me fascina le noción del parecido de un terapeuta con un editor.

Y es que, después de todo, el terapeuta es la persona que se sienta contigo a ver todo el “pietaje” de tu película, no para censurarte ni editar lo feo para que solo se vea lo bonito, sino para ayudarte a poner las cosas en perspectiva, decirte “Esto déjalo…”, “Esto no…”, “Esto está de más…”, “¿Esto es tan importante como para darle tanto espacio…?” y cosas así, con la esperanza de que en algún momento de tu vida ya no necesites de esa edición auxiliar, porque habrás aprendió lo suficiente sobre el mundo, las personas y ti mismo como para sentarte solito en la mesa de edición y lograr la versión más hermosa y satisfactoria de tu propia vida, con lo bueno y lo malo, lo bonito y lo feo, lo alegre y lo triste, lo positivo y lo negativo, con sus luces y con sus sombras.

Nuestro terapeuta/editor nos ayuda a aclarar el significado de ciertas escenas de nuestra vida, la motivación de los personajes, las razones detrás de sus conductas, la simbología de ciertas imágenes, muchas veces hasta nos hace de “subtítulos”, ayudándonos a comprender lo que de cualquier otra forma, nos parecería un lenguaje totalmente desconocido. También nos ayuda a aprender de (y hacer las paces con) todos esos “bloopers” que quisiéramos poder dejar fuera de la película, pero que siempre quedan tan bien al final, mientras ruedan los créditos…

Disfruten su película, ¡y que estén bien! - Izzy

lunes, 12 de octubre de 2015

¿Una revisión de desempeño para tu relación de pareja?



Si no te gustan las revisiones de desempeño rutinarias que te ves obligado a soportar en el trabajo, es probable que no te guste para nada la idea de tener que pasar por otra más, pero con tu pareja en vez de tu jefe o superior; sin embargo, como indica la psicóloga social Theresa DiDonato, de repente esto es exactamente lo que nuestra relación de pareja necesita para mantenerse actualizada, saludable, satisfactoria y feliz.

Si lo pienso, muchos procesos de asesoría de parejas se asemejan a largas, tortuosas, dolorosas y extenuantes revisiones de desempeño acumuladas a lo largo del tiempo, ¿así que por qué no al menos probar? Quién sabe, quizás una revisión de desempeño una vez al año haga menos daño que terminar en terapia de pareja…

Las parejas pueden mejorar la calidad de su relación evaluándola de manera cuidadosa y estructurada. Muy parecido a una revisión laboral, o el mantenimiento del carro, o la visita al médico, al dentista, al ginecólogo, etc. ¡Qué raros somos los seres humanos, darle mantenimiento al carro para que no se dañe nos parece de lo más natural, y sin embargo, darle mantenimiento a nuestra psiquis o relación nos suena a algo tan disparatado!

Estas revisiones nos dan la oportunidad de hacer un balance de nuestra relación, establecer metas, y hacer los ajustes necesarios. Sentirnos cercanos, conectados y aceptados es parte de una relación saludable y estas revisiones periódicas facilitan esta tarea, mejorando la intimidad, satisfacción relacional, y sensación de aceptación.

Durante las revisiones, tenemos oportunidad de intercambiar información y feedback sobre la relación, identificar áreas problemáticas, y desarrollar planes para abordarlas. No es necesario tener problemas, conflictos o estar en crisis para recurrir a esta herramienta, ni deberíamos verla como una amenaza, sino todo lo contrario, una oportunidad de fortalecer, nutrir y desarrollar nuestra relación de pareja.

Existe el paradigma de la terapia de pareja como un recurso a utilizar como última medida cuando ya la pareja está en crisis y no encuentran como resolver sus conflictos, y es una lástima, ¡porque la terapia de parejas es una herramienta de salud relacional preventiva increíble, además de ser una experiencia muy enriquecedora para quienes saben aprovecharla!

De repente se dirán: “¡Pero si nosotros hablamos de nuestra relación a cada rato!” Es que no es lo mismo, las conversaciones casuales y espontaneas sobre la relación son validas, justas y necesarias, pero no es lo mismo que hacer una revisión estructurada, un inventario detallado sobre diferentes puntos importantes a toda relación de pareja, que puede dar lugar a conversaciones y preguntas muy importantes que de otra forma o se evitan o no suceden.

Si no saben cómo empezar, ¡no se estresen! Para eso existen modalidades como la terapia, asesoría y coaching de parejas, así que no pierdan tiempo y agenden su revisión de pareja con la misma responsabilidad con que agendan la próxima visita al dentista, al mecánico y al salón de belleza, ¡ya saben! ¡Que estén bien! - Izzy