Si Enrique Bunbury hubiera decidido
dedicarse al coaching o a dar charlas motivacionales, estoy seguro de que esta
frase, extraída de la canción “Deshacer el mundo” del álbum “Avalancha” hubiera
sido perfecta para inspirar a sus oyentes…
“Empezar porque sí…”
¿Y es que cuantas veces no nos hemos
encontrado debatiéndonos entre hacer algo o procrastinando una tarea o proyecto
por una avalancha de pensamientos distorsionados, creencias negativas,
expectativas irreales y demandas rígidas que nos mantienen paralizados en la
casilla de salida, sin atrevernos a dar el primer paso?
Y si nos ponemos a pensar, el miedo y la
ansiedad que nos mantiene paralizados, muchas veces proviene de una serie de
vocecitas críticas (y/o perfeccionistas) originadas en etapas anteriores de
nuestra vida. Es decir, lo más probable es que estén terriblemente
desactualizadas, pero ni ellas, ni nosotros, nos hemos dado aun por enterados…
Muchas veces dejamos de hacer, y de
empezar, por miedo al qué dirán, es decir, ponemos la opinión y juicios de
terceros por delante de los propios. Parte del proceso de ir soltando esas
voces críticas y perfeccionistas, y esas historias viejas y desactualizadas e
ir reemplazándolas por otras es simplemente empezar… porque si.
Ejercer el derecho a ser quien tú quieres y
a no dejar que los demás te hagan ser o hacer lo que no quieres.
Desde empezar un proyecto nuevo…
… empezar una aventura…
… empezar una relación…
… empezar a tomar clases de baile…
… o empezar a ir a terapia…
… hasta incluso empezar a terminar, cerrar,
concluir y poner final a conductas, comportamientos, personas, cosas y lugares
que no nos hacen bien o ya no nos hacen falta y optar por mejores inicios.
Ya sabes, ¡que estés bien! – Izzy
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