El año pasado me iba de Buenos Aires
sabiendo que apenas un par de semanas después de mi partida, Chris Cornell se estaría
presentando en una serie de conciertos. Era una sensación agridulce. Agria por
saber que me lo estaba perdiendo, y no era simplemente una cuestión de extender
mi estadía, los boletos se habían agotado mucho antes de que yo pusiera pie en Buenos
Aires. Dulce porque siempre existía la posibilidad de una próxima vez. “Quien
sabe, quizás en el próximo viaje coincidamos…”
Chris Cornell falleció el miércoles por la
noche en su habitación de hotel, después de un concierto con Soundgarden. Se
presume suicidio. Me enteré de casualidad mientras veía CNN, tan casualmente
como me enteré de sus conciertos en Baires el año pasado.
Chris era uno de mis favoritos, con su voz
de “banshee” y sus rulos, con sus letras y canciones que te llegaban, y que
muchas veces, a pesar de su tristeza y melancolía, de alguna forma te alegraban
el día y te hacían sentían mejor.
Chris era un introvertido, igual que yo, y
una de mis canciones favoritas de Soundgarden, “The Day I Tried To Live” era
precisamente eso, una polaroid de un día en la vida de un introvertido tratando
de vivir como algo que no es.
Chris tenía un historial de drogas y depresión
en su vida. Se reflejaba en muchas de sus canciones.
Cuando miro hacia atrás a la larga lista de
músicos que marcaron mi vida con su música y que ya no están con nosotros
porque murieron, ya sea por una sobredosis o por suicidio, veo historias donde
las drogas y el comportamiento autodestructivo no son más que la punta de un
iceberg, con la depresión y la ansiedad por debajo, e incluso debajo de estas,
una historia de tristeza, miedo y traumas que no llegaron a resolverse.
Siempre que reflexiono sobre este tema, y
sobre estas personas, me pregunto por qué no buscaron ayuda, por qué no fueron
a terapia, por qué ya no están con nosotros.
No tengo muchas respuestas a mis preguntas.
Ya no están, quizás nunca sepa por qué.
Lo que si se es que la terapia puede ayudar
si estás sufriendo de depresión, ansiedad, desesperanza, ideaciones suicidas,
adicciones o cualquier trastorno mental, evento perturbador o trauma que hayas
sufrido.
Detrás de cada artista, músico, famoso, conocido
que muere, hay miles y miles de seres humanos anónimos que han pasado o están
pasando por lo mismo.
Yo sé donde estoy el día de hoy gracias a
ir a terapia, y no sé donde estaría si no hubiera decidido dar ese paso en algún
momento de mi vida del cual nunca me arrepiento.
¿No vale la pena hacer el intento? Yo creo
que sí, y espero que sí.
Chris, gracias por todo, te voy a extrañar
mucho.
Ya saben, que estén bien. - Izzy
No hay comentarios:
Publicar un comentario