Los estilos.
Para la discusión o refutación de las creencias el terapeuta puede utilizar diversos estilos:
- Estilo Socrático: Lleva a las conclusiones a través de preguntas orientadas.
- Estilo Didáctico: Brinda información, explicación, etc.
- Estilo Humorístico: Muestra la evidencia a través de lo cómico de una creencia irracional.
- Estilo Auto-revelador: Ilustra argumentos con ejemplos de su propia experiencia, de su vida personal.
- Estilo Metafórico: Ilustra conceptos con metáforas (“Es como si…”) referidas a temas que resultan familiares al cliente.
Los pasos del abordaje de las demandas.
Para abordar y refutar las demandas es necesario cumplir los siguientes pasos:
1. Establecer el vinculo, definir el/los problema/s y acordar el/los objetivo/s.
2. Elegir por cuál problema empezar.
3. Determinar y evaluar “A” y “C”.
4. Explicar la relación A-B-C si el paciente lo necesita.
5. Evaluar si hay “C” secundarias.
6. Determinar “B”.
7. Mostrar la relación entre “B” y “C” hallados.
8. Refutar las “B” irracionales.
9. Refutar auto-condena y condenas globales (si hubieran).
10. Determinar la “E” (la “B” racional y eficaz).
11. Enfatizar la importancia y necesidad de las tareas de auto-ayuda.
12. Analizar y prevenir contingencias y resistencias en las tareas.
13. Acordar las tareas de auto-ayuda a realizar.
14. Solicitar feed-back y conclusiones.
El “ABC” ampliado.
Teniendo en cuenta el proceso terapéutico, Ellis propone la ampliación del modelo “ABC” que puede presentarse como “ABCDEF”. Las nuevas letras representan:
- “D” (“disputing”): La discusión de las creencias o refutación de las creencias irracionales.
- “E” (“effective belief”): La incorporación de una nueva creencia de carácter eficaz, funcional y saludable (racional).
- “F” (“feeling”): El nuevo sentimiento o emoción, luego de haber modificado las creencias.
Imaginación Racional Emotiva (IRE).
Consiste en hacer que el cliente imagine la situación que le perturba, hasta desarrollar la misma emoción. Se le pide seguir vivenciando la situación, modificando su sentimiento hasta llegar a uno más moderado, apropiado o funcional. La experiencia permite al cliente descubrir:
- Que para modificar sus sentimientos (C) tuvo que modificar lo que pensaba (B) sobre el acontecimiento (A).
- Qué pensamientos tenía antes y qué pensamientos tuvo después (que le permitieron una reacción y emoción apropiadas).
- Su comprobada capacidad de realizar ese cambio de pensamientos para lograr no trastornarse.
Role-playing y psicodrama.
La actuación dramática es un estado intermedio entre la fantasía y la realidad: La modalidad es ficticia pero la experiencia emotiva es muy real. La modalidad ficticia nos permite hacer cosas que aún se encuentran fuera de nuestro alcance en la vida real (expresar emociones temidas, cambiar patrones de conducta, revivir experiencias pasadas). La experiencia emotiva real nos permite conectarnos con los pensamientos que generan dichas emociones y también ensayar nuestras conductas posibles en condiciones emotivas equivalentes a las reales en las situaciones representadas.
Las tareas de auto-ayuda.
La prescripción de tareas para el hogar es un elemento habitual de la TREC. El objetivo específico de la asignación de tareas puede ser, entre otros:
- Cambiar una conducta disfuncional o establecer una adecuada.
- Reducir los pensamientos irracionales y reemplazarlos por otros más útiles.
- Determinar qué tan bien ha entendido el cliente los principios básicos de la TREC.
- Generar un hábito de afrontamiento de las situaciones que le permita una respuesta emotiva y conductual funcional.
Entre las diversas tareas de auto-ayuda se incluyan aquellas orientadas a leer, escuchar, escribir, imaginar, pensar, relajarse o distraerse y hacer. Estas tareas son el corazón del proceso terapéutico y representan la profundización de lo descubierto en la evaluación y discusión de las creencias irracionales para lograr un cambio real y perdurable.
Tres “insights” necesarios para el paciente.
Para el éxito terapéutico se requieren tres “insights” del paciente. Son los siguientes:
- Las personas no se perturban por los acontecimientos sino por lo que piensan sobre los acontecimientos.
- Podemos modificar nuestras formas habituales de reaccionar ante determinadas situaciones.
- Para lograr el cambio necesito aportar mi esfuerzo y tener perseverancia.
Próxima parte: Terapia Cognitiva Conductual (T.C.C.) - Pt. I
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