viernes, 30 de mayo de 2014

El lado “B” de los trastornos obsesivo-compulsivos.

Desde una perspectiva más fría, clínica y de enfoque psicopatológico, los trastornos mentales menos comunes, más raros, extraños e inusuales suelen ser los más interesantes y fascinantes. Es parte de nuestra sombra como psicólogos y terapeutas que así sea. Yo no voy a ser quien haga de cuenta que no es así.

Muchos de estos trastornos no llegan al DSM, se mencionan brevemente dentro del paraguas de algún otro desorden, se incluyen en la bolsa de “trastornos relacionados no especificados” o quedan en lista de espera a la próxima edición, usualmente porque debido a su rareza afectan a poblaciones clínicas demasiado pequeñas como para ser estadísticamente significativas, pero por ahí están, son el lado “B” de los trastornos mentales.

Con la edición del DSM 5, el trastorno obsesivo-compulsivo, que solía categorizarse bajo los trastornos de ansiedad durante el reinado del DSM-IV, tiene ahora su propia categoría: Trastorno obsesivo-compulsivo y trastornos relacionados.

El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por la presencia de obsesiones (Pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan como intrusas o no deseadas, y que causan ansiedad o malestar importante) y/o compulsiones (Comportamientos o actos mentales repetitivos que el sujeto realiza como respuesta a una obsesión o de acuerdo con reglas que ha de aplicar de manera rígida).




El lado “A”.

Con la nueva categorización del DSM 5 se incluyen en el espectro obsesivo-compulsivo trastornos nuevos, así como otros pre-existentes que antes formaban parte de otra categoría o grupo diagnostico, tales como:

- Trastorno dismórfico corporal: Preocupación por uno o más defectos o imperfecciones percibidas en el aspecto físico que no son observables o parecen sin importancia a otras personas.

- Trastorno de acumulación: Dificultad persistente de deshacerse o renunciar a las posesiones, independientemente de su valor real.

- Tricotilomanía (trastorno de arrancarse el pelo): Arrancarse el pelo de forma recurrente, lo que da lugar a su pérdida.

- Trastorno de excoriación (rascarse la piel): Dañarse la piel de forma recurrente produce lesiones cutáneas.

También tenemos el Trastorno obsesivo-compulsivo y trastornos relacionados inducidos por sustancias/medicamentos y debido a otra afección médica.

El lado “B”.

Los trastornos obsesivo-compulsivos del lado “B” nos llevan en un viaje por el globo, ya que se trata de trastornos culturalmente vinculados, es decir, característico de las culturas, creencias y costumbres particulares de cada región. Entre ellos tenemos:

Shubo-kyofu: Variante de taijin kyofusho (una forma japonesa de fobia social) que es similar al trastorno dismórfico corporal y se caracteriza por miedo excesivo a tener una deformidad corporal. Se trata de un síndrome vinculado culturalmente al Japón. La diferencia con el trastorno dismórfico corporal yace en las diferencias culturales entre occidente y oriente. En Japón, el énfasis se coloca sobre el grupo, a expensas del individuo. ¿Qué significa esto? En el trastorno dismórfico corporal, el temor es de vergüenza debido a la deformidad, mientras que en el shubo-kyofu, el temor yace en que la deformidad personal avergüence u ofenda a las otras personas presentes. Puede aparecer a cualquier edad y a menudo empeora a través del tiempo si no es tratada. Quien la sufre se enfoca obsesivamente en una parte del cuerpo. El foco puede cambiar, pero el miedo se enfoca en una parte a la vez. En Japón, al igual que los demás subtipos de taijin kyofusho , el shubo-kyofu se trata con terapia Morita.

¿En qué consiste la terapia Morita? Bien, el problema con los síndromes vinculados a una cultura específica (en este caso, oriental) es que son resistentes a la medicina y terapia occidentales. Desarrollada alrededor de 1910, la terapia tradicional Morita es una progresión en cuatro fases altamente regimentada diseñada para ayudar al cliente a aprender a aceptar y redirigir sus pensamientos. La fase uno implica reposo en cama en aislamiento total. Las fases dos y tres se enfocan en el trabajo (escribir un diario, trabajo manual y lecturas sobre la importancia de la auto-aceptación y el esfuerzo positivo) y solamente la fase cuatro incluye técnicas terapéuticas.

Koro: Relacionado con el síndrome dhat (una condición encontrada en las culturas del subcontinente indio en la cual los pacientes varones reportan sufrir de eyaculación prematura o impotencia, y creen estar pasando semen en la orina), un episodio súbito de ansiedad intensa de que el pene (o la vulva y los pezones en las mujeres) se retraerá en el cuerpo y posiblemente causará la muerte. Es un síndrome vinculado culturalmente y tiene ocurrencia global, con un historial de casos de histeria masiva en África, Asia y Europa.

Jikoshu-kyofu: Variante de taijin kyofusho que se caracteriza por miedo a tener un olor corporal desagradable. También se denomina síndrome de referencia olfativo, un trastorno mental en el que hay una falsa creencia y preocupación persistente sobre la emisión de olor(es) corporal(es) anormal(es) que son desagradables y ofensivos para otros individuos. Quienes padecen este síndrome a menudo malinterpretan los comportamientos de los demás como referenciales a un olor corporal que en realidad no existe y no puede ser detectado por otras personas. Este trastorno suele ir acompañado de vergüenza, angustia significativa, conducta de evitación, fobia social y aislamiento social.

Ya saben, ¡que estén bien! - Izzy

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